Diezmo en línea

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¿Qué es el diezmo?

El diezmo es una contribución motivada por la fe, desde la cual los fieles experimentan comunión, participación y corresponsabilidad en la evangelización.

Es un aporte sistemático y periódico de los fieles, a través del cual cada comunidad asume corresponsablemente su propio sustento financiero y contribuye al sostenimiento de la iglesia universal. El diezmo es un acto de pueblo evangelizado comprometido con la evangelización.

Como sistema de aportación, el diezmo tiene las siguientes características:

- Se relaciona con la experiencia de Dios y del amor fraternal;

- Los diezmadores asumen un compromiso moral con la iglesia;

- El valor asumido está de acuerdo con la conciencia individual correctamente formada;

- El diezmo adquiere un carácter sistemático y periódico.

Tener Fe es reconocer que todo lo que tenemos y somos fue, en el fondo, dado por Dios mismo. Así, convencidos de que en la comunidad de Fe encontramos este espacio privilegiado de encuentro y cultivo de nuestra religión, devolvemos a Dios la décima parte de todo lo que tenemos.

Esta décima parte, o diez por ciento, es una práctica de nuestros primeros padres en la Fe, los hombres y mujeres del Antiguo Testamento.

Hoy, la décima parte es lo que nuestro corazón tiene por conciencia, amor y gratuidad para volver a Dios.

Dios no ve la cantidad, sino la calidad de nuestra devolución, porque, en verdad, delante de Dios siempre seremos “deudores”, porque son innumerables, innumerables las maravillas que Él realiza en nuestras vidas. Por lo tanto:

-El diezmo no es una ofrenda: La ofrenda es mi bien personal, que doné gratuitamente, por voluntad propia, por pura gratuidad.

-El diezmo no es limosna: La limosna es aquello que es de los pobres, y lo que a mí me puede resultar superfluo, en el entendimiento de la Fe cristiana, es de los pobres.

-El diezmo no es pago: No es pago porque no estoy comprando ningún servicio o producto, aunque este monto devuelto siempre se revierte en mejoras para que puedas cultivar mejor tu fe en la comunidad.

-El diezmo no es colaboración: Debido a que el empleado puede donar una determinada cantidad, pero no se compromete, no forma parte del trabajo directamente.

DIEZMAR es, por tanto, un acto de Fe, un reconocimiento de que mis bienes no me pertenecen, Dios me lo da todo y yo le devuelvo parte.

Es un ejercicio de humildad y una forma de no ser esclavo del dinero y las cosas materiales.

Como compromiso moral, el aporte del diezmo surge de una decisión personal que expresa pertenencia efectiva a la iglesia vivida en una comunidad concreta.

El apóstol San Pablo enseña: “Cada uno dé como ha decidido en su corazón, sin pensar en vergüenza, porque Dios ama al dador alegre”.



  • ¿Quién puede ser pagador del diezmo?


    Todos los bautizados y bautizados que asisten a la comunidad: fieles participantes de la asamblea, miembros de pastorales, movimientos, asociaciones vinculadas a la comunidad parroquial, participantes de ministerios y servicios litúrgicos, catequistas, entre otros. El diezmo es una semilla, un poder, una posibilidad. Debe ser una declaración de tu amor a Dios, a la Iglesia, a las personas y a ti mismo.


    • ¿Existe una cantidad predeterminada para el diezmo?


      Debemos devolver como diezmo lo que nuestro corazón nos diga. No importa la cantidad, pero hay que darla con buen corazón, porque lo que se dona voluntariamente es bueno tanto para quien lo da como para quien lo recibe. Recordamos el ejemplo de aquella viuda pobre que solo tenía dos monedas, pero llamó la atención de Jesús por la grandeza de su fe, pues dio todo lo que tenía. Jesús valoró su ofrenda, no por el valor que ella daba, sino por el amor que demostraba (Conf. Lc 21,1-4).


      • ¿Dónde y cómo se utiliza el dinero del diezmo?


        La colecta se aplica a las cuatro dimensiones fundamentales de toda nuestra parroquia.


        1. Dimensión religiosa: la relación del cristiano con Dios.
          - Adquisición de materiales importantes para la pastoral.

          - Adquisición de materiales para misas: vestimentas, velas, flores, material impreso en general, etc.

          -Financiar gastos de empleados: salarios, contribuciones a la seguridad social, estipendios a sacerdotes, transporte, promoción de cursos de capacitación, etc.

          -Mantenimiento y conservación de la iglesia: agua, luz, teléfono, reformas, materiales de construcción, limpieza, material de oficina, etc.

          -Entre otros gastos y proyectos en general.

          2. Dimensión Caritativa: Que establece un derecho o un deber de la misión de la iglesia en la caridad.
          -Ayuda a los hermanos más pobres, asistencia a los vagabundos, indigentes, enfermos, ancianos, desempleados, etc.

          -El diezmo debe ser una respuesta a las llamadas del amor de Jesús, en la persona de los empobrecidos.

          3. Dimensión misionera: Apoyo a la acción evangelizadora de la iglesia.
          -Inversión en la formación y formación de agentes de pastoral y animadores comunitarios.

          -Mantenimiento y renovación de salas de catequesis y salones para reuniones de formación.


          4. Dimensión eclesiástica: Necesidades directas e indirectas de la iglesia.
          -Contribución para que la comunidad cuente con todo lo necesario para realizar el culto divino y desarrollar su misión.

          -Conciencia para llevar a los fieles a asumir la vida comunitaria.


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